Sigo incrédula ante lo que vivimos, como casi todos, pero necesito soltar verdades así que voy a por el tarro hermético de mis secretos; ahí las guardo.
Y es que este tiempo raro en el que nos enfrentamos a nivel global a estados de alarma, toques de queda, crisis, enfermedad, penurias, miedos y angustias, ponerse a hablar de belleza, de lo positivo de la vida, de alegrías e ilusiones parece colgarte cierto cartel de loca inconsciente, pero ¿acaso es imposible compatibilizar ambas cosas?.

Y ojo, porque cuando llegue ese ansiado día, el de vencer al coronavirus, ello no detendrá la enfermedad ni el sufrimiento, porque para nuestra desgracia, siempre ha existido, bajo todo tipo de nombres terribles. Así como las crisis económicas por diferentes causas. Y es que en este mundo que gira, hay situaciones cíclicas, tremendas, inevitables, pero al estar fuera de nuestro alcance es un suicidio mental pensar exclusivamente en ello.
Llegados a este punto, lo admito, soy una loca pero consciente.



Imposible no afligirse ante tantas circunstancias frustrantes. Imposible no ver el sufrimiento y sentirlo en las propias entrañas. Imposible no entender lo complicado que es tirar adelante con las dificultades económicas que sufrimos. Pero si vivimos «sólo» instalados en los imposibles, nos olvidamos de los probables.
Probable es que, dentro de las diferencias personales de cada uno, encontremos circunstancias que agradecer. Probable es que valoremos más que nunca a las personas que queremos. Probable es que aprendamos a vivir con menos. Probable es que tomemos consciencia de lo pequeños y efímeros que somos.



Mis verdades como puños son las que me cuentan quien soy.
Me siento mujer de estaciones, porque me gustan las cuatro con sus contrastes, pero especialmente el otoño, en el que ahora me veo inmersa, (supongo que para muchos esto reafirmará mi locura), pero yo veo belleza en las hojas secas que alfombran las calles, en el refugio frente a un libro y una bebida caliente.
En esta estación leer es un bálsamo, soñar un regalo, escribir un lujo.
Me siento una mujer de la magia, y no porque sepa hacer trucos, si no porque busco el encanto de lo bello. Saber ver lo hermoso en la naturaleza, en la mirada de tu hijo, al coger la mano a tu madre, en una mesa puesta con detalles… me da vida. Y puede parecer que mezclo lo profundo con lo superficial, pero es que bello es todo, en su conjunto.



Y sí, son tiempos difíciles, pero a falta de contacto físico hemos de hacer piña con bonitas palabras. A falta de buenas noticias, hemos de buscar lecturas positivas. A falta de salud hemos de refugiarnos en el amor de la familia y amigos. A tantas faltas que tenemos le hemos de añadir mucho ingenio para seguir siendo positiv@s: ¡esa es otra verdad como un puño!.
Creamos que todo pasará, que vendrán tiempos mejores, que volveremos a sentirnos libres de entrar y salir a cualquier hora, de vivir sin pensar en contagios para poder agarrarnos fuerte a quien hace tiempo que no vemos y tanto añoramos…
Creámoslo y quizás ocurra.



Fotografías. Imagen 1 Septimiu Balica – Imagen 2 Peter H – Imagen 3 Markus Trier – Imagen 4 Foundry Co – Imagen 5 Free Photos – Imagen 5 StockSnap – Imagen 6 Melk Hagelslap – Imagen 7 Terri Cnudde – Imagen 8 Alexander Manole – Todo a través de Pixabay.
¡Hasta el próximo Post!
Ilusion y esperanza es lo que tu nos regalas …gracias por tanto
Qué bonito! Muchas gracias a ti ❤️
Bendita locura.
😉 ❤️
Bendita locura!!⚘
❤️❤️
Que razón tienes
Que gran bonita y gran locura……
Gracias ❤️
Precioso!!!
Que no falte nunca la ESPERANZA!!!
Gracias ❤️
Cuantas verdades, narrando maravillosamente ese sentir del hoy. Tus palabras se enlazan expresando lo que pienso lo que siento. Todas las estaciones tienen su encanto, el otoño es una de las estaciones maravillosas que nos agasaja con su belleza inusitada y el invierno es ese tiempo de espera, descanso que renueva la vida.
Gracias!! ❤️