Y llegó el momento de vivir, aunque ya vivía.
Llegó el momento de hacerlo consciente, de adivinar lo que quería y a dónde se dirigía.
Llegó el momento de entender todas las cosas que no veía, aunque estaban delante de sus narices.
La vida nunca es rosa aunque uno vaya pintura y brocha en mano para colorearla. La vida va a su aire y le gusta sorprender para que la rutina no sea demasiado duradera.
En la montaña rusa de la vida había reído, gritado y soltado lágrimas, pero estaba tan pendiente de los vaivenes, de las curvas, de las subidas y las bajadas, que no prestaba verdadera atención a las risas, los llantos o los cambios que iban ocurriendo en su interior.




Entendió que los miedos reales no eran las pesadillas de noches oscuras, si no las pérdidas que suceden cuando se tienen los ojos bien abiertos.
Cada situación a la que se enfrentaba le mostraba una pista nueva, como si las cosas pasaran por algún motivo oculto.
La mujer en la que se había convertido, permanecía en la montaña rusa, pero ya no era crisálida si no mariposa.
La mejor comprensión de sí misma, la ayudaban a elegir cada nueva acción y con quién compartirla.



Con los compañeros de viaje adecuados podía caminar hacia un futuro sin miedos, para vivir en el mundo mínimo en el que todo cabe, desde un beso a una flor, una caricia, un aroma, un recuerdo o una sonrisa.



TIP: En muchos de mis Post habló sobre la felicidad, su búsqueda… es algo que inevitablemente nos llama a tod@s, a lo que aspiramos, pero ¡es tan importante darnos cuenta de que permanece a la espera de nuestra llamada!. Que las lágrimas no nos impidan recibirla. Aprendamos a invertir el sentido de lo que nos contamos; a transformar la oscuridad en claridad; y sobretodo, a desatascar la puerta que le cerramos por culpa del enemigo que, demasiadas veces, llevamos dentro. Me ocurre a mí en ocasiones y también a quienes conozco: nos centramos en crisis, enfermedades, ausencias, desamor, soledad… poniendo todo el énfasis en las mil cosas negativas que puede haber, pero no en las otras mil positivas que también hay. Abogo siempre por la fantasía porque imaginar nos ayuda a elaborar una vida paralela con la que evadirnos cuando hace falta, pero que no nos falte nunca la motivación que nos incita a ser proactivas, para inventarnos ilusiones que son las que nos darán el bienestar que buscamos.



Fotografías: Imagen 1 Sasin Tipchai – Imagen 2 Tran Huynh – Imagen 3 DarkWorkX – Imagen 4 Mylene2401 – Imagen 5 Pexels – Imagen 6 Couleur – todas a través de Pixabay.
Q bonito es leer tu reflexiones
Gracias Conchi, me alegra que te gusten. Son propias pero pienso que también compartidas…
Me encanta!! Lo fácil que sería ser felices si realmente nos diéramos cuenta que ésta no depende de terceras personas sino que empieza en nosotros mismos…
❤️
Este escrito hoy significa muchisimo para mi. Me ha llegado directo al alma.
Siendo así, me alegra especialmente haberlo escrito.❤️
Precioso!!!!
Gracias!
Qué bien lo expresas, tendríamos que fijarnos más en loq ue nos puede reportar felicidad en vez de en que nos la quita.
Es la forma más inteligente de vivir. 😉