
Imparables

No te sientas débil por llorar a veces, alocada por reírte de cualquier cosa, superficial por dejarte deslumbrar por un vestido bonito, desfasada por no seguir las últimas tendencias… usa todas tus variables para darte cuenta de lo compleja que eres. Y no solo eso, sino de cómo cambia tu estado de ánimo de un día para otro, incluso de la mañana a la noche.
Todos somos muchas cosas distintas y vamos cambiando al son de la vida, pero nada quedará estático. Seguiremos navegando por este río inestable que nos lleva de los rápidos a las aguas mansas donde solo hay calma, y con todo nos haremos más flexibles para recuperarnos de los golpes, volver a la cresta de la ola después de haber sucumbido en las profundidades.
Somos imparables porque a pesar de mil percances seguimos.

Mi madre con 90 y alzheimer avanzando, increíblemente resiste. Hay gente con dificultades de toda índole resistiendo y afrontando cada nuevo día. Personas que no creyeron sobrevivir a un duelo, y no solo han resistido sino que ahora conviven con recuerdos que les hacen más fuertes.
De alguna forma, sin ser conscientes de ello, somos imparables.
Permitirse esa consciencia ayuda mucho en los malos momentos. Permitirse llorar sin castigarse por ello. Meterte en la cama y taparte hasta la cabeza no deseando ver el mundo, pero sabiendo que es algo pasajero, que tras las lágrimas y el momento avestruz, te destaparás para volver a subirte al tren de la vida. Como dice Miley Cyrus, te comprarás flores, te llevarás de paseo, y lo que te apetezca, porque para cuidarte y hacerte feliz a ti misma no hay que depender de otro, sino trabajar en tu alegría con aquello que te anime.

Te estoy poniendo una banda sonora muy especial entre palabras porque son canciones para que despegues, para que no te rindas; o si te apetece, ríndete un rato, pero después súbete a los rascacielos de NY y admira las vistas.
El mundo contaminado, la gente sin valores, la violencia, la miseria y todo aquello que nos hace perder la fe no es lo único que existe.
Abramos bien los ojos para no dejar de ver lo bueno: la belleza, la amabilidad de la buena gente, los amigos de verdad, lo invisible que nos sostiene, llámese amor, esperanza, confianza…
Y vale, es triste pensar en que tenemos fecha de caducidad, pero ¿quién nos impide sentirnos eternas / eternos?
Es otra cuestión de fe, quizá una elección complicada según lo que te hayan inculcado, pero al final, porqué no elegir aquello que nos libere de miedos, ¿acaso perdemos algo con ello?
Yo elijo siempre creer en que volveré a ver a los que se fueron antes que yo, y eso hace más liviano el asunto, y también confío en que sea ese lugar mejor que nos han contado, y para celebrar la eternidad que ya somos quizá nos apetezca hasta bailar.
Sea como sea, recuerda que lo que te cuentas, lo que me cuento, marca la diferencia para seguir adelante y hacerlo con una sonrisa.

Fotografías: imagen 1 Chica en la vía Noname_13 – Imagen 2 chica antes precipicio Stephan Keller – Imagen 3 retrato chica con flor Engin Akyurt – Imagen 4 hombre contento Leroy_Skalstad a través de Pixabay.
Imparable
❤️
Qué maravilla. Despegó después de leerte. Gracias
Vaya, me alegro mucho! Gracias. ❤️
Palabras que son un soplo de aire fresco, arriba ese ánimo!!! ♥️
Gracias Lina. Si, hemos de trabajar a nuestro favor! ❤️
La vida reflejada en palabras
❤️